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Título : Un hombre y un mundo sin sentido
Autor : Derisi, Octavio Nicolás 
Palabras clave : AGNOSTICISMOFILOSOFIA CONTEMPORANEANIHILISMO
Fecha de publicación : 1973
Editorial : Pontificia Universidad Católica Argentina. Facultad de Filosofía y Letras
Cita : Derisi, O. N. Un hombre y un mundo sin sentido [en línea]. Sapientia. 1973, 28 (108). Disponible en: https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/14277
Resumen : Resumen: 1.-El agnosticismo contemporáneo Cuando se pone en duda el valor de la inteligencia para alcanzar la de-velación del ser trascendente y sus causas, el hombre lógicamente se cierra en una inmanencia fenoménica. Colocado el ser trascendente más allá del alcance válido de la inteligencia, sólo restan los fenómenos o apariencias de las cosas, las cuales, destituidas de todo soporte ontológico, únicamente pueden darse en una instancia inmanente subjetiva. El esse est percipi, "el ser es su ser percibido", de Berkeley, es la consecuencia necesaria de todo empirismo, el cual, negado el valor trascendente de la inteligencia, no puede aprehender el ser. En esta posición, la inteligencia tampoco es capaz de de-velar el ser inmanente del sujeto. Como el mundo, también el hombre queda reducido a ¡in conjunto de manifestaciones fenoménicas subjetivas. Apariencias objetivas en apariencias subjetivas, el mundo y el hombre, en definitiva no son, únicamente aparecen. La consecuencia es el nihilismo. La nada es la última instancia ontológica del mundo y del hombre, es su raíz y su fundamento. Estas consecuencias han sido llevadas hasta el extremo por la filosofía existencialista contemporánea, en un proceso de des-realización o de des-esencialización del ser trascendente, primero, y del ser inmanente, después, comenzado ya con la decadencia medioeval y vigorizado en el Renacimiento. Descartes es su primer representante sobresaliente. Lo primero que conoce la inteligencia no es el objeto trascendente, el cogitatum, sino el pensamiento mismo, el cogito. Más aún, los conceptos representan "clara y distintamente" las cosas, pero no las aprehenden en su ser trascendente, no las de-velan en su propia e intrínseca realidad. Hay un hiatus entre el conocer y el ser trascendente. El conocimiento intelectivo termina en su propia representación conceptual inmanente. Si Descartes de hecho es realista lo es por una apelación ¡lógica a la Veracidad de Dios -quien le asegura la realidad del objeto ya que no podría haber llegado a Ella con tales conceptos desarticulados del ser trascendente.
Cobertura Temporal: SIGLO XX
URI : https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/14277
ISSN : 0036-4703
Disciplina: FILOSOFIA
Derechos: Acceso abierto
Aparece en las colecciones: Artículos
SAP - 1973 Vol XXVIII nro. 108

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