La atención viva y el amor como acto orientado

Abstract

En una entrevista concedida a Vincent Citot, Philippe Grosos afirma que: “Lo propio de lo que se llama ‘fenomenología’ es no existir en tanto que escuela, en tanto que estilo o disciplina et tal vez probablemente incluso ¡en tanto que tal! La fenomenología no existe sino al reinventar cada vez el modo de aproximación que es el suyo para adaptarse mejor al fenómeno que intenta pensar. La única exigencia, si hay una, es pensar lo que se da en términos de fenómeno y por tanto pensar su modo de donación” (Citot & Grosos 2008/2, 134). Es, por tanto, el fenómeno lo que mandata y gobierna el modo de aproximación que le es debida en estricta obediencia a la consigna husserliana de “volver a las cosas mismas” (Husserl 1985, 218). ¿Qué decir, entonces, del fenómeno del amor y de las exigencias que impone a la fenomenología en su intento por dar cuenta de su modo de manifestación? ¿De qué modo orienta o reorienta a la fenomenología misma en su intención metódica? No se trata de un fenómeno marginal. Por el contrario, es el propio Husserl quien reconoce su centralidad al afirmar que: “el amor, en sentido auténtico, es uno de los problemas fundamentales de la Fenomenología y esto no solo en la particularidad e individualidad abstractas...