La cuestión demográfica actual: hacia un invierno de la población

Abstract

La evolución del número de nacimientos y su relevancia para el crecimiento poblacional preocupa a las naciones europeas y latinoamericanas, entre ellas Argentina. La disminución de la natalidad es una nueva cuestión porque en varias naciones el número promedio de hijos por mujer no alcanza el nivel mínimo de reemplazo generacional. Esto es un fenómeno global, y es la causa principal del envejecimiento demográfico. El artículo se refiere a la crisis poblacional actual de la Argentina, atribuida no solo a políticas antinatalistas sino también a factores culturales. Describimos el problema a partir de cifras que, en caso de sostenerse, pronostican un “invierno demográfico”, es decir, una situación sombría caracterizada por el descenso del número de matrimonios y de los nacimientos, la postergación de la maternidad, y el consiguiente envejecimiento de la población. Los cambios demográficos reflejan decisiones personales que a su vez responden a normas y valores culturales. Educar a los jóvenes transmitiendo valores que los orienten en un proyecto de vida familiar es una prioridad en una sociedad posmoderna cuyo individualismo es una de las “sombras de un mundo cerrado” a la prolongación de la vida en los hijos.

The evolution of the number of births and their relevance to population growth is a concern for European and Latin American nations, including Argentina. The decline in the birth rate is a new issue because in several countries the average number of children per woman falls below the minimum generational replacement level. This is a global phenomenon and is the main cause of demographic aging. This article addresses Argentina’s current population crisis, attributed not only to anti-natalist policies but also to cultural factors. We describe the problem based on figures that, if sustained, predict a “demographic winter,” that is, a grim situation characterized by a decline in the number of marriages and births, the postponement of motherhood, and the consequent aging of the population. Demographic changes reflect personal decisions that, in turn, respond to cultural norms and values. Educating young people by instilling values that guide them in a family life plan is a priority in a postmodern society whose individualism is one of the “shadows of a world closed” to the prolongation of life on children.