La vida consagrada como holocausto y su vinculación con el sacrificio eucarístico

Abstract

San Juan Pablo II, en la carta magna sobre la vida consagrada, nos anima a ello, escribiendo: “Siguiendo a Santo Tomás, se puede comprender la identidad de la persona consagrada a partir de la totalidad de su entrega, equiparable a un auténtico holocausto”. La consagración religiosa es una consagración total, diversa de otras consagraciones, por la cual se dona la vida entera, hace que el hombre entregue a Dios todo (los bienes exteriores, el derecho a formar una familia, la voluntad) por los votos. No le queda nada. Todo lo entrega como holocausto por amor, según la enseñanza de Santo Tomás de Aquino: “La religión es cierta virtud por la cual alguien entrega algo para el servicio y culto de Dios. Y por esto son llamados por antonomasia religiosos aquellos que se dedican totalmente al servicio divino, como ofreciendo a Dios un holocausto”.