Néstor P. Sagüés: un homenaje, un libro y una anécdota

Abstract

Son pocos los autores que podemos encontrar en todas y cada una de las bibliotecas de la Argentina; no me refiero a las bibliotecas públicas o de las instituciones académicas, sino a la biblioteca de cualquier juzgado, estudio jurídico o escribanía, a lo largo y a lo ancho de nuestro país. Esto es lo que ocurre con la enorme producción académica de Néstor Pedro Sagüés. Nadie que tenga una relación más o menos cercana con lo jurídico o que haya pasado por las aulas de una facultad de Derecho podría decir que, al menos, no escuchó hablar de él. La enorme tarea que llevó a cabo en la sistematización y enseñanza del derecho procesal constitucional es, probablemente, uno de los más grandes aportes modernos que se hicieron al derecho constitucional argentino. Sus libros sobre amparo, recurso extraordinario y tantos otros son, hoy, una referencia ineludible en la materia. Pero en esta ocasión, a modo de excusa para un merecido homenaje, quiero traer a colación otro libro de nuestro querido maestro. Quizás sea un libro menos conocido (si vale esta frase para algo de lo que escribió), pero me permitirá recorrer algunos aspectos del pensamiento de Sagüés y, además, compartir una pequeña anécdota personal sobre la obra y que –creo– retrata a la perfección a su autor.