Impacto del retrofit en la mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero y la resiliencia urbana en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Abstract

El efecto invernadero es un fenómeno geofísico que permite la existencia de la vida en nuestro planeta, tal y como la conocemos. Se lo entiende como el aprisionamiento del calor procedente del Sol gracias a la existencia en la baja atmósfera, la troposfera, de gases como el CO2 y el CH4, mencionados anteriormente, de tal forma que la temperatura media de la Tierra se mantiene en torno a un valor de, aproximadamente, 17ºC, muy por encima del punto de congelamiento del agua (0°C). Igualmente, cuando se habla de efecto invernadero se suele referir al sobrecalentamiento de la atmósfera atribuido al exceso de los GEI que absorben radiación infrarroja, emitida desde la superficie de la Tierra, pero que son transparentes a la ultravioleta y la visible, lo que implica un desequilibrio del balance térmico terrestre y una elevación de la temperatura media del planeta por arriba de los 17ºC. Gran parte de la comunidad científica internacional afirma que la emisión continua y en aumento de gases productores de efecto invernadero es la causa del incremento de la temperatura media global que se viene registrando en los últimos cien años. Cuando la contaminación se emite a la atmósfera, los gases naturalmente existentes del invernadero aumentan. La abundancia de estos gases forma una manta, que atrapa calor adicional en la superficie de la tierra. El efecto que se produce es el aumento del efecto invernadero, que es lo que se conoce como Cambio Climático, el cual se puede definir como la “variación del estado del clima identificable (por ejemplo, mediante pruebas estadísticas) en las variaciones del valor medio y/o en la variabilidad de sus propiedades, que persiste durante largos períodos de tiempo, generalmente decenios o períodos más largos” (Intergovernmental Panel on Climate Change [IPCC], 2013).