Los desafíos educativos de la familia en el contexto socio-cultural argentino

Abstract

Nuestra reflexión quiere inspirarse en una de las necesidades percibidas por nuestros Obispos. Aquella que afirma: «Necesitamos recuperar nuestro espíritu de grandeza fundado en valores cristianos». Intentando «ampliar» esta afirmación nos parece acertado subrayar que este espíritu de grandeza hunde sus raíces, primariamente, en una dimensión «anterior» a la cristiana: nos referimos a aquella relacionada con los valores «espirituales». Estos nos ubican en un ámbito previo a lo cristiano. En un espacio inicial, en un punto de partida básico. En una plataforma propiamente antropológica cuyo desarrollo educativo lleva al hombre a «ser mas hombre». Lo humaniza. La realidad de nuestra crisis actual argentina - que "supone un largo proceso de deterioro en nuestra moral social" - nos pone de frente a un interrogante esencial. La pregunta ya no es aquella acostumbrada: «Que Argentina le dejamos a nuestros hijos?». La pregunta es, mas bien: «¿Qué hijos le damos a nuestro país». La respuesta, a nuestro modo de ver, exige una seria reflexión acerca de la relación existente entre: cultivo de la «dimensión espiritual» - considerada constitutiva de nuestra realidad humana - y «función educativa» de la familia en Argentina.