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Campo DC Valor Lengua/Idioma
dc.contributor.authorAzpiroz Costa, Carlos Alfonsoes
dc.date.accessioned2024-10-15T18:55:45Z-
dc.date.available2024-10-15T18:55:45Z-
dc.date.issued2018-
dc.identifier.urihttps://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/18903-
dc.description.abstractSanto Tomás de Aquino nos ayuda a comprender el misterio de los Sacramentos y especialmente de la Eucaristía desde su realidad de «memoria, presencia y anticipo» (pasado, presente, futuro). Cuando habla de la vida religiosa usa, análogamente, el mismo esquema: La consagración religiosa está prefigurada en los holocaustos de la Ley Antigua; La consagración religiosa se realiza en el sacrificio de Cristo que se hace presente en la Eucaristía; La consagración religiosa es en la tierra anticipo de los bienes futuros. En la Plegaria Eucarística se mencionan las acciones de Jesús: tomó pan, lo bendijo, lo partió y lo dio. De ese modo podemos hablar de la vida y misión de los religiosos y religiosas en la Iglesia y el mundo. Por la misericordia de Dios los religiosos han sido escogidos para participar en la vida de Jesús. Fray Pierre Claverie OP, cuya sangre ha sido derramada en Argelia [+1º.08. 1996], afirmaba que aún más que la pérdida del sentido del pecado, hemos perdido el sentido del amor y misericordia de Dios que en Jesús nos ha tomado en sus brazos. Jesús da gracias al Padre por nuestra respuesta a la llamada y nos bendice. La confirmación por parte de la Iglesia de nuestra profesión da objetividad a la bendición divina que hemos recibido. La bendición de Jesús significa que en un mundo de personas sin raíces nosotros estamos enraizados en la misma vida íntima de la Trinidad. Todo aquello que en nosotros no es signo de la presencia transfigurante de Dios se rompe (destruye), de modo que así podamos ser entregados por Jesús al mundo. De ese modo vivimos cada día el proceso doloroso de la purificación. Cristo murió para abrir nuestros ojos y para que la muerte fuera vencida por el amor. El dar está precedido por el partir. En nuestra vida y misión necesitamos pasar por la experiencia pascual. Por ello es normal y necesario que existan momentos de crisis y purificación. La alegría de la conversión brota al reconocer nuestras miserias, nuestras ambiciones inconscientes y al mismo tiempo la misericordia del Señor sin la cual nada podemos hacer. La fecundidad de nuestra misión depende de Dios y la calidad de nuestro servicio se manifiesta en la calidad de nuestra vida comunitaria pues la caridad bien entendida empieza en nuestra casa.es
dc.formatapplication/pdfes
dc.language.isospaes
dc.rightsAtribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional*
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/*
dc.sourceXLIII Semana Tomista: Historia y Escatología. 10 a 14 de septiembre. Pontificia Universidad Católica Argentina, 2018es
dc.subjectEUCARISTIAes
dc.subjectMISERICORDIAes
dc.subjectDIOSes
dc.titleMirar el pasado con gratitud, vivir el presente con pasión y abrazar el futuro con esperanzaes
dc.typeDocumento de conferenciaes
uca.disciplinaFILOSOFIAes
uca.issnrd0es
uca.versionpublishedVersiones
item.fulltextWith Fulltext-
item.grantfulltextopen-
item.languageiso639-1es-
Aparece en las colecciones: ST 2018: XLIII - Historia y Escatología
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