Psicología y comunión : una experiencia desde Latinoamérica

Abstract

Resumen: Psicología y Comunión nace con la intención de poner en diálogo los conocimientos de la psicología con la espiritualidad de comunión a partir del carisma de Chiara Lubich. Una espiritualidad que es capaz de mostrar que la "relación de comunión" entre los seres humanos es posible. Se entiende por comunión un modo de relacionarse basado en el reconocimiento mutuo, en la donación recíproca y gratuita de sí, en la entrega y la incondicional aceptación del otro. El camino cultural de Psicología y Comunión tiene como objetivo, en primer lugar, promover y sostener este diálogo, especialmente a través de los paradigmas antropológicos y relacionales que expresa. Este espíritu quiere ser también el método a través del cual Psicología y Comunión pretende acercar expertos de perfiles profesionales (psicólogos, psicoterapeutas, psiquiatras, neuropsiquiatras infantiles, neurólogos, etc.) con "modelos de pensamiento" distintos pero interesados en una misma visión integral del hombre y de la familia humana. Uno de los pilares de Psicología y comunión es la creencia de que no existe promoción de la salud mental ni curación posible sin la comunión. Esta disciplina nació a partir de la concesión del título de Honoris Causa a Chiara Lubich en psicología por la Universidad de Malta el 26 de febrero de 1999. Este reconocimiento se concedió por haber sustentado "una visión integral de la persona humana en el campo de la psicología" y por haber ofrecido "una clave hermenéutica original del sujeto humano, habiendo fundado un modelo de vida espiritual caracterizado, por un lado, por el equilibrio entre el respeto a la individualidad de la persona y la reciprocidad de las relaciones interpersonales y, por otro lado, desde la valoración positiva del dolor y de lo negativo en la historia personal y colectiva”. Frente a una humanidad marcada por el dolor, abandonada, sola, rechazada, la espiritualidad de la unidad proporciona la clave para la promoción del sentido ya que la comunión es lo que hace posible la transformación del dolor en amor. Los estudiosos, de diferentes escuelas, subrayan cómo la experiencia intersubjetiva es constitutiva del individuo y las interacciones que favorecen el reconocimiento mutuo son las que permiten un desarrollo funcional de la personalidad. Aquellas situaciones de sufrimiento o de desarrollo psíquico bloqueado pueden dar lugar a nuevas experiencias de reparación y esperanza si se activan espacios de auténtico intercambio. Para Chiara Lubich, el individuo siempre tiene la posibilidad de ampliar el espectro de sus relaciones interpersonales, integrándose con los demás, hasta el punto de trascenderse a sí mismo. El otro, lejos de ser sólo un medio, es un fin en sí mismo. En la espiritualidad de comunión la individualidad alcanza su plenitud si está totalmente abierta al otro. Nos referimos a una comunión, donde individuación y pertenencia no se contraponen, sino que se integran plenamente; donde cada uno expresa su identidad no negando al otro, sino abriéndose a su encuentro; donde la pertenencia no mortifica la diversidad, sino que la reconoce y la acoge en su multiforme despliegue. En esta dinámica relacional, el yo se vuelve hacia sí mismo, encontrándose enriquecido por el aporte del otro. Su desarrollo psíquico individual está conectado con el de los demás, experimentando una mayor individualización de cada uno. La espiritualidad de comunión concibe a un hombre que perfila su identidad y la hace significativa en la medida en que se dona al otro y se compromete con él en un movimiento de "reconocimiento" recíproco. La reciprocidad de la que se habla no se basa en el intercambio de dar y recibir, ni siquiera es la reciprocidad de la amistad, que no sabe abrirse al "no amigo" sino que es libre, es decir, no espera restitución ni recompensa, es "incondicional". Es una reciprocidad que acepta la fragilidad de la relación y la debilidad de sus protagonistas, transformando estos límites en nuevas experiencias de entrega. La sintonía que se vislumbra entre los estudios psicológicos actuales y los supuestos y las prácticas del Movimiento de los Focolares, permiten entrever un campo de investigación fructífero para brindar mayores aportes para el bienestar de las personas. El presente número de la Serie Cuadernos de Psicología y Psicopedagogía fue gestándose en el trabajo y encuentros realizados por los integrantes de un grupo de psicología y comunión que fue reuniéndose de forma virtual durante la Pandemia por Covid 19, con participantes de varios países de Latinoamérica. Las temáticas son diversas, pero tiene como eje la psicología y comunión en distintos países de Latinoamérica y el mundo.