La ágil memoria de una Iglesia Particular

Abstract

Resumen: Una Iglesia Particular necesita de una permanente memoria ágil, y con esto quiero decir, que los hechos del pasado sean guardados con una cierta frescura, para que el eco de lo vivido siga resonando en el presente, posibilitando esa línea necesaria de sentido. Cuando el pasado aparece vívidamente, muchas veces nos encontramos diciendo: “ahora entiendo”, “ahora entendemos” y ese sentido de las cosas es fundamental para ser Iglesia en camino y en salida. En nuestras Iglesias jóvenes, esa memoria está en muchos que han sido protagonistas de primera mano. Y también en segundas generaciones que conservan los hechos por medio de los “relatos populares”, que tienen esos condimentos tan especiales y que tanto ayudan a sostener los hechos en estado latente y revelador. Así, la historia con la que se teje la vida de una comunidad eclesial, lejos de ser sólo acontecimientos del pasado, a veces en estado luctuoso, cargados de una nostalgia tristona, pasan a ser, gracias a los que los vivieron, acontecimientos llenos de vitalidad, que al traerlos, siguen impregnado el presente, dan identidad y otorgan ese talante particular y propio de una comunidad concreta.