Henri Arvon, Bakunin. Absoluto y revolución, Herder, Barcelona, 1975, 114 pp.

Abstract

Entre las figuras revolucionarias del siglo XIX, es probable que la de Bakunin se destaque como la de caracteres más típicos. Y cuando un autor, como lo hace H. Arvon, se propone indagar los orígenes del ateísmo de Bakunin, esta singularidad aparece con mucha mayor nitidez. En cuatro capítulos que mantienen sostenidamente el interés del lector, se presentan en forma sucesiva la religiosidad de Babunin (cap. I), el ateísmo de Bakunin (cap. II), Dios y el Estado (cap. III), y Dios y el hombre ( cap. IV). Como en tantos otros casos, en samiento de un autor, nos enteramos con asombro de que la ruptura apasionada de Bakunin con la religión esconde en su raíz una religiosidad mística arrolladora. Su temperamento eslavo se vuelve con más encono contra una religión que considera inhumana, cuanto que procede de una profunda vivencia religiosa. Es notable encontrar en las páginas de este libro el desarrollo de una visión que, partiendo de la "renovación cristiana" de Lammenais, ataca esta misma concepción cuando la considera comprometida con el Estado esclavizante y las clases explotadoras. En un deshilvanado proceso, que pasa por el pensamiento de Feuerbach, Proudhon y Comte, así como por las experiencias de revolución del 48, la cárcel y la confinación en Siberia, el intento de revolución polaca, la reconstrucción italiana y la ruptura con Mazzini, la Comuna de París, y una vida trashumante a través de toda Europa, llega Bakunin a la formulación de su anarquismo ateo. La imposición del Estado es la negación de la libertad individual, cualquiera sea el sello o color de sus principios, nacionalismo, autoritarismo, o liberalismo...