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Título : Lo permanente y lo transitorio de la cultura
Autor : Derisi, Octavio Nicolás 
Palabras clave : CULTURAESENCIAHISTORIA
Fecha de publicación : 1962
Editorial : Pontificia Universidad Católica Argentina. Facultad de Filosofía y Letras
Cita : Derisi, O. N. Lo permanente y lo transitorio de la cultura [en línea]. Sapientia. 1962, 17 (66). Disponible en: https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/14193
Resumen : La verdad que la inteligencia aprehende posee un valor absoluto, que en sí mismo no depende de las circunstancias del hombre que la de-vela; pero a la vez está implantada y nutrida por una situación concreta en la que logra todo su cabal sentido y comprensión. La verdad es un descubrimiento de un aspecto del ser, una adecuación o identidad intencional entre el acto intelectivo y una faceta de la realidad. Tal adecuación existe o no, pero en sí misma siempre una y la misma, inmutable a través de los cambios históricos. Que dos y dos son cuatro o que Colón haya descubierto América el 12 de octubre de 1492, son siempre verdad en cualquier momento y situación histórica. Es decir que la verdad es inmutable. Introducir el elemento histórico o cambiante en la adecuación misma de la verdad, decir que una de esas afirmaciones puede ser verdad en un tiempo y dejar de serlo en otro, sería negar la misma adecuación y toda verdad. La absorción de la verdad en lo histórico hace imposible toda verdad, sin evitar la contradicción interna que tal postura implica al afirmar como verdad que no hay verdad o lo que es equivalente, al afirmar el carácter totalmente transitorio o temporal de la verdad. 2.- El entendimiento humano, pues, aprehende con su actividad espiritual lo esencial y permanente de las cosas, aun de las cosas cambiantes, trascendiendo el espacio y el tiempo, porque finca su ascenso de identidad intencional en el ser mismo de las cosas. Y sin embargo la verdad es que tal aprehensión del ser no deja de pertenecer a un hombre individual, determinado con tal o cual temperamento y educación, con una peculiar manera de ser y colocado en tal lugar y momento, es decir, en una situación histórica. Estas circunstancias históricas concretas dependen, en definitiva, de la materia signata quantitate, la cual al ser dividualiza tanto al sujeto afirmante de esa verdad lógica como al ser objetivo o verdad ontológica aprehendida en tal afirmación. El hombre no puede dejar de ver la verdad -en sí misma e inmutable- sino desde su ubicación temporal y espacial que logran gracias a su ser material, con sus preferencias y, preocupaciones personales dentro de 1,as preferencias y preocupaciones de la región y época en que vive...
URI : https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/14193
ISSN : 0036-4703
Disciplina: FILOSOFIA
Derechos: Acceso abierto
Aparece en las colecciones: Artículos
SAP - 1962 Vol XVII nro. 066

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