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Título : Principios de psicología para la educación
Autor : Seligmann, Zelmira 
Palabras clave : PEDAGOGIAPSICOLOGIA DE LA EDUCACIONEDUCACIONPSIQUISMOSERRACIONALIDADNATURALEZA HUMANASALUD MENTAL
Fecha de publicación : 2000
Editorial : Pontificia Universidad Católica Argentina. Facultad de Filosofía y Letras
Cita : Seligmann, Z. Principios de psicología para la educación [en línea]. Sapientia. 2000, 55 (208). Disponible en: https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/12745
Resumen : Resumen: Siendo lo propio del pedagogo el conducir a una perfección, la psicología debería poder darle aquellos principios indispensables para la comprensión del hombre, de los fenómenos psíquicos y de la conducta. El sentido del obrar humano es considerado por el fin. Para entender la dinámica humana es necesario saber a dónde se dirige y las leyes que lo guían a su fin. En el siglo xx presenciamos una proliferación de teorías psicológicas que se alejan mucho de la verdad del hombre y, por supuesto, no son medios adecuados para conducirlo a la perfección propia. Siendo la psicología tan importante para la educación, quisiera hacer algunas reflexiones sobre temas centrales y ciertos autores que se ocuparon de su estudio. 1. Criterios de normalidad psíquica Alfred Adler (1870-1937), fundador de la segunda escuela vienesa de psicoterapia, quien discrepó con Freud acerca de la causa de los trastornos psíquicos, intuyó con bastante exactitud las motivaciones profundas de las conductas patológicas. Muy bien pueden relacionarse algunos de estos principios de la psicología contemporánea a los que Adler llegó experimentalmente, con la doctrina de Santo Tomás y de la tradición de la Iglesia' El psiquiatra tomista Rudolf Allers (1883-1963), católico y discípulo de Adler, profundiza esta problemática sin descartar las verdades reveladas. Según este autor el hombre se encuentra frente al dilema de aceptar o rechazar la realidad; la aceptación franca y total es la del hombre normal, es decir la del santo. Normalidad y santidad son equivalentes. La neurosis es el resultado de una rebelión, muchas veces mal consciente, contra la realidad y los valores. El neurótico reprocha a las cosas ser lo que son y no lo que él desearía que fueran; su actitud, en el fondo, es la del orgulloso que quiere ser corno Dios e imponer sus propias leyes. El único que puede estar libre de este trastorno es el que es capaz de responder con un decidido sí a su puesto de creatura, aquel que podríamos decir que está realmente «ubicado»; y Allers dice así: «[..] la salud anímica en sentido estricto no puede alentar más que sobre el terreno de una vida santa, o por lo menos de una vida que tiende a la santidad"' Aclaremos que para Rudolf Allers, la psicoterapia es planteada como una reeducación. Entonces la pregunta es: ¿cuál es el modelo de salud para poder curar o educar? ¿Cómo es el hombre ejemplar, perfectamente normal, que debemos tener como guía, y que fundamente la acción educativa?
URI : https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/12745
ISSN : 0036-4703
Disciplina: FILOSOFIA
Derechos: Acceso abierto
Aparece en las colecciones: SAP - 2000 Vol LV nro. 208

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