Pierre Claverie y los mártires de Argelia : santos para nuestro tiempo

Abstract

Resumen: Las vidas fecundas, como las semillas, germinan en la oscuridad y el silencio de la tierra. El tiempo templa la verdad de estas voces que se hacen oír en el momento oportuno trascendiendo las fronteras de las geografías y las culturas. La historia está sostenida por las vidas de estos testigos anónimos. En ellos reconocemos el camino de la humanidad común, que transita entre luces y sombras, enfrentando las dificultades de cada día: el amor, la libertad, la verdad, el mal, la muerte. El perfil de estas figuras y los criterios de su credibilidad se ajustan y varían según las épocas. Ante el descrédito de racionalismos e ideologías, hoy urge volver al rostro concreto de todo aquel que nos sale al encuentro, de modo tal que al hospedar al otro en su vulnerabilidad seamos hospedados a la vez también nosotros. Esto sucede en un dinamismo recíproco no carente de tensiones: es la dramática de la hospitalidad. Jean Vanier lo llamó “sacramento del encuentro" y H. Teissier lo definió como “la acogida del Espíritu que habla en el otro”. Es decir que a través de la escucha y aceptación respetuosa de la diferencia, realizamos el largo aprendizaje de reconocer la voz y la acción de Dios en el otro que habita otra tradición cultural y religiosa.