Madrugar para aferrarse al Señor

Abstract

Resumen: En varios textos de la Escritura encontramos sentido para iluminar el cotidiano despertar. El empeño diario que toda mujer o varón creyente pone por levantarse temprano e ir a su labor cotidiana, se acompaña de la búsqueda orante del Señor (cf. Sal 88 [87],14; 127 [126],2). El profeta Isaías reza en uno de sus salmos: “mi espíritu madruga por buscarte” (Is 26,9). El mismo Jesús madrugaba para buscar al Padre (cf. Mc 1,35) y es también de madrugada cuando las mujeres encontraron al Resucitado (cf. Mt 28,9-10; Lc 24,22-23). Hay un breve estico en el libro de Isaías que plantea la catástrofe que significaría que nadie del pueblo se levante temprano (cf.64,6a). Nos proponemos investigar el sentido teológico de ese verso. Para ello partimos primero del contexto o unidad literaria del libro de Isaías en donde se encuentra inserto, luego nos detenemos en el análisis de sus términos y finalmente recapitulamos su sentido en el fragmento que lo contiene y en la historia y tradición de su composición. Esperemos que este breve trabajo nos permita considerar un poco el sentido de nuestro despertar cotidiano. El de las monjas y los monjes, pero también el de todos los cristianos y otras personas que se levantan temprano cada día.