Por favor, use este identificador para citar o enlazar este ítem: https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/14207
Campo DC Valor Lengua/Idioma
dc.contributor.authorDerisi, Octavio Nicoláses
dc.date.accessioned2022-06-16T14:02:14Z-
dc.date.available2022-06-16T14:02:14Z-
dc.date.issued1965-
dc.identifier.citationDerisi, O. N. El trabajo humano [en línea]. Sapientia. 1965, 20 (77). Disponible en: https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/14207es
dc.identifier.issn0036-4703-
dc.identifier.urihttps://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/14207-
dc.description.abstractLos seres inferiores al hombre no tienen dominio de su propia actividad. Todos ellos ejecutan su actividad bajo el dominio de las leyes impresas en su naturaleza por el divino Autor, y alcanzan así sus fines. Pero ninguno de ellos tiene conocimiento del ser de las cosas y del propio, es decir, ninguno tiene conciencia de sí frente al mundo, como trascendente a él. Ni siquiera los animales, que únicamente poseen un conocimiento crepuscular de las cosas y de sí, poseen tal conocimiento. Carentes de este conocimiento espiritual de la inteligencia, único capaz de de-velar el ser y, con él, el bien en cuanto tal, ningún ser inferior al hombre posee libertad o dominio de su propia actividad. Están dominados enteramente por un determinismo en toda su actividad: por leyes mecánicas, físicas, biológicas e instintivas, de modo que, aunque espontáneamente o sin intención, todos sus actos están encauzados de un modo necesario a su fin o bien propio de la especie y del individuo. Con el hombre aparece el espíritu y, con él, el conocimiento y conciencia intelectiva y la voluntad libre. El hombre no sólo es, sabe que es, tiene presente ante sí su propio ser y, correlativamente, está frente al ser de las cosas, al ser del mundo. Posee inmaterial o cognoscitivamente el ser del mundo, de Dios y de sí. Abierta al ser en cuanto ser, y con él al bien, en cuanto bien, al Bien infinito y a la felicidad, la voluntad humana logra el dominio de su propia actividad frente a los medios o bienes finitos, es decir, su libertad. La voluntad no sólo tiene capacidad de actuar sino que tiene dominio sobre su actuación: frente a los diversos bienes posee el poder activo de actuar o no o de actuar de diversas maneras. Por este doble dominio de sí y de las cosas -conciencia y conocimiento de sí y libertad o dominio de su propia actividad- el hombre, estructurado en su esencia sustancial o permanente- es capaz de transformar o hacerse a sí mismo, y de transformar o hacer las cosas de acuerdo a los fines que se propone. Esta actividad, esencialmente espiritual en su raíz constitutiva, por la cual el hombre, por su conocimiento universal del ser inmanente y trascendente por su libertad, es capaz o dueño de transformar el ser de las cosas y el ser propio, es el trabajo...es
dc.formatapplication/pdfes
dc.language.isospaes
dc.publisherPontificia Universidad Católica Argentina. Facultad de Filosofía y Letrases
dc.rightsAcceso abierto*
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/*
dc.sourceSapientia Vol 20, No.77, 1965es
dc.subjectTRABAJOes
dc.subjectHOMBREes
dc.titleEl trabajo humanoes
dc.typeArtículoes
uca.disciplinaFILOSOFIAes
uca.issnrd1es
uca.affiliationFil: Derisi, Octavio Nicolás. Pontificia Universidad Católica Argentina; Argentinaes
uca.versionpublishedVersiones
item.languageiso639-1es-
item.fulltextWith Fulltext-
item.grantfulltextopen-
Aparece en las colecciones: Artículos
Artículos
SAP - 1965 Vol XX nro. 077
Ficheros en este ítem:
Fichero Descripción Tamaño Formato
trabajo-humano.pdf31,03 kBAdobe PDFVista previa
Visualizar/Abrir
Mostrar el registro sencillo del ítem

Visualizaciones de página(s)

378
comprobado en 27-abr-2024

Descarga(s)

313
comprobado en 27-abr-2024

Google ScholarTM

Consultar



Este ítem está sujeto a una licencia Creative Commons Licencia Creative Commons Creative Commons