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Campo DC Valor Lengua/Idioma
dc.contributor.authorImperiale, Marcelo L.es
dc.date.accessioned2021-11-17T15:26:40Z-
dc.date.available2021-11-17T15:26:40Z-
dc.date.issued1995-
dc.identifier.citationImperiale, M.L. Reflexión sobre el concepto de corazón [en línea]. Sapientia.1995, 50 (197-198). Disponible en: https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/12930es
dc.identifier.issn0036-4703-
dc.identifier.urihttps://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/12930-
dc.description.abstractLa imagen que acude casi de inmediato si hablamos de corazón es la de vida, principio vital, centro. También se encuentra profundamente arraigada la impresión de que el corazón representa la sede íntima de nuestras emociones y afectos. Recalcamos que «representa» la sede de lo emocional y afectivo, pues, de suyo, dichas funciones pertenecen a nuestra esfera psíquica y el corazón, stricto sensu, es el órgano cardíaco, cuyo papel dentro del organismo animal y humano es harto conocido. En distintos campos de lo humanístico, las palabras y conceptos tienen distintos valores significativos, impregnados de símbolismo y analogía. El «corazón» no es ya meramente un órgano vital, sino que es una razón de vida, un «centro vital»; representa la interioridad espiritual, los sentimientos más profundos o vividos con mayor profundidad, el fuero íntimo del hombre; y casi podríamos afirmar que son estos significados los que nos son más próximos y no los de origen técnico-científico. Ello no constituye un detrimento ni una tergiversación, sino riqueza y amplitud. La analogía y el símbolo no establecen confusión; dan lugar a una comprensiva claridad'. El corazón es el «centro». La vinculación del «centro» con el corazón abre un importante abanico de matices y contenidos que, en el ámbito humano, se relacionan con su naturaleza esencial. Si bien entre las imágenes más comunes de «corazón» está la de sede de las emociones y afectos, no es ésta la que más ha caracterizado históricamente el concepto de corazón, ni la que mejor representa lo íntimo y «central» en el hombre, salvo que consideremos que lo fundamental en el hombre son sus afectos, pasiones y emociones. Cabe acotar que, según sea el fondo antropológico que nos ilumine, distinta será la identificación de lo esencial en el hombre. El concepto de hombre en la antigüedad dista del concepto de hombre que podemos hallar en la modernidad y del que podemos tener hoy día, amén de las distintas teorías dispares entre sí presentes en cada época. Por ejemplo, el hombre griego llamaba también corazón a aquel aspecto que era esencial en la persona; incluso, de algún modo, hacía alusión al órgano cardíaco...es
dc.formatapplication/pdfes
dc.language.isospaes
dc.publisherPontificia Universidad Católica Argentina. Facultad de Filosofía y Letrases
dc.rightsAcceso abierto*
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/*
dc.sourceSapientia Vol.50, No.197-198, 1995es
dc.subjectCORAZONes
dc.subjectSIMBOLOGIAes
dc.subjectESENCIAes
dc.subjectAFECTIVIDADes
dc.titleReflexión sobre el concepto de corazónes
dc.typeArtículoes
uca.disciplinaFILOSOFIAes
uca.issnrd1es
uca.affiliationFil: Imperiale, Marcelo L. Investigador independientees
uca.versionpublishedVersiones
item.fulltextWith Fulltext-
item.grantfulltextopen-
item.languageiso639-1es-
Aparece en las colecciones: SAP - 1995 Vol L nro. 197-198
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