Desarrollo temprano integrado de las habilidades comunicativas y de procesos regulatorios : contribución de factores individuales y ambientales

Abstract

Resumen: Una habilidad fundamental durante los primeros años es la capacidad de comunicarse a través de los procesos de comunicación verbal y no verbal. Los infantes comienzan comunicarse a través de gestos, y deben prestar atención simultáneamente a un adulto y un objeto con el fin de establecer la atención conjunta (Bruner, 1982). Luego, adquieren la habilidad de utilizar su comunicación verbal a través de la adquisición de las primeras palabras. Otra habilidad de gran importancia son los procesos regulatorios en la primera infancia, que comprenden un aspecto tanto cognitivo como emocional. Dentro del aspecto cognitivo, las funciones ejecutivas son un conjunto de habilidades que se refieren a los procesos psicológicos involucrados en el control consciente del pensamiento y la acción (Zelazo, 2004), mientras que la regulación emocional refiere al ajuste de un estado o expresión emocional, con el fin de alcanzar metas o mantener un estado de homeostasis o aleostasis (Gross, 2014). Por otro lado, el temperamento refiere a las diferencias individuales en reactividad y regulación que se observan desde los primeros meses de vida. Siendo que estas habilidades son fundamentales para el desarrollo posterior del niño, ya que predicen la adquisición posterior de otras habilidades cognitivas y del rendimiento académico general, y que son escasas las investigaciones en Latinoamérica utilizando pruebas comportamentales en infantes en situación de vulnerabilidad social, es que se propone investigar la contribución que ejercen tanto factores individuales (i.e., habilidades cognitivas, temperamento, edad, y género) y ambientales (i.e., nivel educativo y ocupación parental, vivienda, hacinamiento y presencia de necesidades básicas insatisfechas) en una muestra proveniente de sectores vulnerables y no vulnerables de 200 díadas cuidador primario-infante durante los primeros tres años de vida utilizando pruebas comportamentales y reportes parentales. Se encontró que tanto las variables ambientales socioeconómicas como individuales se asociaron con estas habilidades cognitivas durante la primera infancia, aunque de forma diferencial en cada rango de edad y para cada habilidad. Esto resalta la importancia del contexto y las particularidades del infante durante el desarrollo en los primeros años de vida, y es un primer acercamiento para generar intervenciones adaptadas a las especificaciones del ambiente, las familias y las características del niño, de modo de paliar la inequidad socioeconómica y generar las mismas oportunidades para todos los infantes desde los primeros estadios del desarrollo.