In memoriam: Séneca cumple dos mil años

Abstract

Diversos ámbitos del humanismo convergen en el empeño de celebrar el nacimiento de uno de los máximos transmisores y suscitadores de ideas: Lucio Anneo Séneca. Por el año 4 a.c., en la Córdoba de Hispania Bética su progenitor, Séneca el Rétor, se enorgullecía con la llegada de ese segundo hijo, al que llevaría a Roma muy niño. Como eran de desahogada posición económica -rica familia del orden ecuestre, dice Tácito-pudo el muchacho alcanzar en la urbe una esmerada educación, de la que fueron artífices gramáticos de tanto predicamento como Julio Galba, Musa y Julio Baso. Por sobre todo, el ambiente familiar le fue propicio, como que su padre sigue siendo hoy modelo, con sus Suasorias y sus Controversias, de cuanto enseñaban por entonces las escuelas de elocuencia. Tan sólo la frágil salud del joven constituyó impedimento para excesivos esfuerzos. Ella lo obligaría a viajes de descanso a Pompeya, a Egipto y, si hemos de admitir versiones inseguras, a regiones orientales de las que reportaría algunos de sus pensamientos trascendentes, si bien sometidos siempre a un estoicismo pragmático de cuño bien romano...