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Nombre de la Organización/Unidad
Facultad de Teología
Autoridades
Organización/Unidad superior
 
En 2015 la Facultad de Teología de la Inmaculada Concepción celebra su Centenario. Cien años de una vida muy intensa, en donde la reflexión teológica, las diversas expresiones de la espiritualidad cristiana y la búsqueda pastoral fueron dando forma a los que hoy es nuestra Facultad de Teología.

El pasado, tiempo de experiencia y memoria, nos ayuda a asumir mejor el presente como espacio de iniciativa y acción, y a proyectar el futuro como horizonte de promesa y esperanza.

Para entender la fundación de esta Facultad hay que saber que la teología se desarrolló como ciencia de la fe al adquirir status universitario en la alta edad media. La Universitas surgió en París, Bolonia, Colonia, Oxford, Padua, Tubinga, Salamanca o Nápoles con una Facultad de Teología. Desde el siglo XVI, también en América Latina, de México a Lima, se enseñó teología en las universidades. Por ejemplo, a comienzos del siglo XVII se convirtieron en universidades los colegios jesuitas de Córdoba (Argentina) y Chuquisaca (Bolivia).

Lamentablemente, después se suprimieron las facultades de teología en las universidades configuradas según el modelo iluminista y napoleónico. Ese proceso, distinto en cada lugar, condujo a que el estudio de la teología se redujera al ámbito de la formación sacerdotal en los seminarios mayores. Esto afectó el desarrollo de una teología más científica, que perdió relevancia en la sociedad y quedó debilitada en su diálogo con la cultura.

A principios del siglo XX se erigieron nuevas facultades de teología en los países de América Latina. Algunas se crearon en el seno de seminarios sacerdotales y otras en las nacientes universidades católicas. Por pedido de los obispos argentinos, el 23/12/1915, el Papa Benedicto XV erigió la Facultad de Teología junto con una Facultad de Filosofía en el Seminario Mayor de Buenos Aires, y le dio el carácter de “pontificia” al conceder al arzobispo bonaerense la potestad de otorgar grados académicos en nombre de la Santa Sede. Encomendada a los Padres jesuitas, prosperó hasta la promulgación de la Constitución Apostólica Deus Scientiarum Dominus, promulgada el 24/5/1931 por Pío XI.

Sus estatutos y planes de estudio fueron reformados y aprobados el 6/9/1932. A pedido del Emmo. Arzobispo, Cardenal Santiago L. Copello, la Sagrada Congregación de Seminarios y Universidades aprobó definitivamente los Estatutos de la Facultad por decreto del 8/12/1944.

Con el apoyo de la Compañía de Jesús y la anuencia del arzobispo de Buenos Aires, durante la década de los años cincuenta, el clero de la Arquidiócesis fue asumiendo progresivamente la enseñanza y el gobierno de la Facultad hasta quedar a cargo de la misma en 1960. Fue un período de reorganización institucional y refundación académica. En 1957 ingresó el primer grupo de profesores del clero que cubrió varias cátedras: R. Ferrara, L. Gera, C. Giaquinta y R. Nolasco, a los que luego se unieron otros como R. Tello y E. Briancesco, y religiosos como D. Basso y J. Novak.

Por otra parte, el 16/6/1960, con el decreto Catholici Populi Argentinae de la Santa Sede, por el que se constituyó la Pontificia Universidad Católica Argentina “Santa María de los Buenos Aires”, la preexistente Facultad de Teología fue integrada en la UCA nombrándosela como la primera de sus facultades.

Dos hechos, sucedidos en 1960, modificaron la figura de la Facultad. En ese año asumió Eduardo Pironio como primer Rector del Seminario proveniente del clero secular. Como la jefatura de ambas instituciones recaía sobre la misma persona fue el último Presidente de la Facultad que delegaba tareas en un Prefecto de Estudios. Por otra parte, la Universidad Católica Argentina “Santa María de los Buenos Aires”, fundada en 1958, fue reconocida como Pontificia el 16 de junio de 1960 por el decreto Catholici Populi Argentinae, en el que se incorporó a la Facultad de Teología con sede en el Seminario Pontificio como la primera de sus facultades.

Efecto de esa inserción fue nombrar un Decano. En 1964 el Claustro eligió una terna y después de la aprobación de la UCA y de la Santa Sede el Cardenal Antonio Caggiano nombró al Pbro. Dr. Lucio Gera como primer Decano. Asumió en pleno Concilio, el 9 de marzo de 1965.

Después del Concilio Vaticano II, nuestra Facultad se abrió a incorporar a consagrados y consagradas, laicos y laicas. El Concilio ha influido en la renovación de los estudios teológicos y en la reorganización de las facultades de teología, las que se consolidaron en las décadas siguientes. Entre las causas de este fenómeno está el desarrollo y la difusión de la teología contemporánea, el crecimiento y el protagonismo de la acción educativa de las iglesias locales, la voluntad de profundizar el contenido de la revelación y de pensar con la luz de la fe los problemas sociales y culturales de nuestros pueblos, y la búsqueda creciente de una seria formación teológica inicial de nivel superior por parte de sacerdotes, seminaristas, consagrados y consagradas, laicos y laicas.

De 1965 a 1990 la Facultad se valió con sus propios recursos humanos y económicos -por momentos con muchas necesidades y dificultades- y se renovó según las enseñanzas conciliares y las directrices posconciliares. Entre las turbulencias de la década de los setenta se realizó la etapa constitucional de reelaboración de sus Estatutos a la luz de las nuevas normas romanas dictadas en 1968 para las Facultades eclesiásticas.

En 1970 organizó los tres ciclos de Bachillerato, Licenciatura y Doctorado, y dotó a su Consejo Académico de la colegialidad que lo distingue. En 1975 se precisó mejor nuestra dependencia respecto del Episcopado Argentino y posteriormente se integró “pleno iure” en la UCA.

Los Estatutos de la Facultad de Teología fueron revisados en varias oportunidades, especialmente después de la Constitución Apostólica Sapientia Christiana. En 2004 fueron aprobados - por la Congregación para la Educación Católica- los que actualmente la rigen.
Ciudad
Ciudad autónoma de Buenos Aires
País
Argentina