DSpace Colección :https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/34922024-03-24T16:03:40Z2024-03-24T16:03:40ZDios y la permision del malDerisi, Octavio Nicoláshttps://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/142062022-06-17T05:00:46Z1965-01-01T00:00:00ZTítulo : Dios y la permision del mal
Autor : Derisi, Octavio Nicolás
Resumen : En un seminario de tres conferencias, tomadas magnetofónicamente y recopiladas en este
volumen, Maritain retorna el célebre y difícil problema de la conciliación de la necesaria
intervención divina en todo ser y actividad de la creatura y la libertad humana, especialmente en lo
que respecta al acto moralmente malo, al pecado. Nos ofrece aquí M. una honda meditación, que
arranca desde las raíces mismas del ser, sobre los principios tomistas y logra darnos una nueva
síntesis y una solución remozada de este arduo problema, en que la “Inocencia de Dios” y la
responsabilidad de la libertad humana aparecen con nueva luz y en toda su fuerza, como una
conclusión de aquellos principios primeros del ser.
M. acepta el principio tomista en todo su ámbito de que Dios es Causa primera de todo ser y
que, por consiguiente, Dios premueve y aun predetermina todo acto de la creatura, sin excluir el de
la voluntad libre. En otros términos, M. no se queda tampoco en una premoción indiferente, a la que
se han adherido numerosos discípulos de Santo Tomás, temerosos de lesionar la libertad con la
predeterminación.
2. Dios es la Causa primera de todo ser, de modo que sin su intervención activa nada es ni
nada llega a ser; y la creatura es la causa primera del no-ser y, consiguientemente, la única causa
deficiente o capaz de producir el mal.
El mal es una privación del ser o bien, y, como tal, nunca tiene causa per se, sino sólo per
accidens: una causa que hace un ser inacabado, un ser al que falta algo de ser o bien para ser
plenamente. Tal la causalidad deficiente de la creatura, cuando produce el mal.
Dios es causa per accidens del mal físico o de las causas necesarias, cuando mueve y concurre
a él con las causas segundas, aunque no lo realice, en verdad, formalmente o en cuanto no-ser o
mal, sino en cuanto ser o bien, al que el mal -formalmente introducido por la creatura que obra sub
ratione talis entis, aunque siempre per accidens- priva de su plenitud de ser.
Pero en el caso del mal moral, del mal proveniente de la libertad humana que no se ajusta a las
exigencias de su Supremo Bien o Fin y de su consiguiente perfección intrínseca, Dios ni siquiera es
causa per accidens. Frente a él M. proclama enfáticamente la “Inocencia de Dios”...1965-01-01T00:00:00ZHumanismo y trascendenciaDerisi, Octavio Nicoláshttps://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/142052022-06-17T05:01:01Z1965-01-01T00:00:00ZTítulo : Humanismo y trascendencia
Autor : Derisi, Octavio Nicolás
Resumen : Lo que distingue esencialmente al hombre de los demás seres materiales es que, a diferencia de éstos,
únicamente aquél no sólo es entre las cosas, sino que es dueño del ser propio y ajeno por el conocimiento:
sabe que es y que son las cosas, y es dueño también de su propio ser y del de las cosas por su libertad: capaz
de transformarlas o perfeccionarlas para lograr nuevos seres. En otros términos, lo que coloca al hombre en
un plano específicamente diverso del mundo circundante es que él es el ser, que además de ser y existir, en
quien se de-vela el ser propio y el ser que él no es -el ob-jectum o ser trascendente- y que posee el poder de
acrecentar su ser y el de las cosas de acuerdo a los fines o valores que elige y se propone realizar. En tal
sentido el hombre no sólo es, sino capaz de hacerse. Por la inteligencia y la conciencia y por la libertad, está
abierto y ordenado al ser y en presencia del mismo, más aún su ser tiene sentido y se constituye tal por el
espíritu que le confiere esta abertura y recepción en su inmanencia del ser trascendente.
Ahora bien, tanto la aprehensión objetiva del ser y de las cosas o, lo que es equivalente, su posesión
inmaterial en el acto intelectivo como la libertad o poder de transformación o perfeccionamiento de los
mismos mediante la realización o conquista de bienes o valores, se opone radicalmente a la aprehensión
material y a la acción necesaria de los seres corpóreos, más aún, tal aprehensión del ser propio (conciencia)
y del ser de las cosas (inteligencia), y tal libertad que confiere ser o realidad a lo que conviene que sea o a lo
que debe ser, es decir que, convierte en seres o bienes reales a los valores para transformar o acrecentar el
ser inmanente y el trascendente del mundo circundante, se constituye por la negación y total ruptura del ser
material, el cual por su constitución encierra al ser en sí mismo y lo somete al determinismo causal. La
inteligencia y la conciencia y la libertad se constituyen por la total inmaterialidad o superación de la
limitación y necesidad de la materia o, en otros términos, por la espiritualidad. Esta inmaterialidad no es
algo negativo, una pura negación de la perfección del ser material, como quiere Sartre, quien presupone que
el ser es siempre material. La materia es el principio potencial que introduce la limitación y la imperfección
en el acto o perfección del ser. La eliminación de la materia en el ser implica, pues, la exclusión de su
imperfección en la supremacía del acto o perfección. De aquí que si su expresión verbal y conceptual sea
negativa –no materia-, la significación o realidad significada por el término inmaterialidad es positiva: es el
ser liberado del principio de limitación o imperfección que es la materia, el ser con la concentración
ontológica en su acto o perfección...1965-01-01T00:00:00ZSapientia, 1965, Vol. XX, nº 76 (número completo)Derisi, Octavio NicolásLópez Salgado, CesáreoRobles, OswaldoArgerami, Omarhttps://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/50022021-04-05T18:40:05Z1965-01-01T00:00:00ZTítulo : Sapientia, 1965, Vol. XX, nº 76 (número completo)
Autor : Derisi, Octavio Nicolás; López Salgado, Cesáreo; Robles, Oswaldo; Argerami, Omar
Resumen : Contenido: Humanismo y trascendencia / Octavio N. Derisi – La sustancia como sujeto en Aristóteles / Cesáreo López Salgado – La significación de la muerte / Oswaldo Robles – La obra de arte y el intelecto / Omar Argerami – Notas y comentarios -- Bibliografía1965-01-01T00:00:00Z