DSpace Colección :https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/34512024-03-28T10:59:04Z2024-03-28T10:59:04ZEl saber del arteEstrada, José M. dehttps://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/130992022-01-04T05:22:47Z1991-01-01T00:00:00ZTítulo : El saber del arte
Autor : Estrada, José M. de
Resumen : Resumen: En la Suma Teológica (1-2, 57,3) se encuentra aquella definición del arte
de cuño aristotélico, corno recta razón de las cosas que se hacen, o de algunas
cosas que deben hacerse, recta ratio factibilium. No se trata, por lo tanto, de un
mero hacer, sino de un hacer orientado por la recta razón, es decir, que es
obra de la razón, y de la razón en cuanto está rectamente ordenada a un determinado
fin. Esto implica un modo peculiar de acceder a dicho fin, un modo
ajustado a la razón, en donde el fin perseguido ordena el proceder de la razón,
orientándola adecuadamente. Esto, además, quiere decir que el quehacer artístico
debe ajustarse a normas o reglas conducentes a la realización de las obras
intentadas.
Las reglas o normas configuran lo que vendrá a ser la forma de los objetos,
esas formas inteligibles -que harán de esos objetos que sean lo que son y no
-algo distinto.. En la forma del objeto se funda, pues, la regla o norma que lo
,constituye. Así, por ejemplo, si un artífice desea fabricar un reloj, las normas o
reglas a que debe ajustarse su labor, están dadas por lo que es el reloj mismo,
existiendo previamente como eiemplaridad en la mente del artífice, de manera
que éste no puede proceder arbitrariamente o de cualquier manera; el artífice,
-en este caso el relojero, deberá pues atenerse a las exigencias de la forma del
reloj mismo. Es el reloj lo que dicta la actividad del fabricante.1991-01-01T00:00:00ZLa obra de Francisco Canals Vidal sobre el conocimientoCaturelli, Albertohttps://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/130982022-01-04T05:21:22Z1991-01-01T00:00:00ZTítulo : La obra de Francisco Canals Vidal sobre el conocimiento
Autor : Caturelli, Alberto
Resumen : Resumen: 1. La esencia del conocimiento. No es una tarea sencilla ofrecer un estudio
objetivo y critico de la obra, ciertamente fundamental, de Francisco Canals
Vidal sobre el conocimiento*. La llamada escuela tomista de Barcelona —con
sus orígenes inmediatos en el P. Orlandis y sus discípulos Jaime Bofill y el
propio Canales quien es, hoy, su cabeza y guía— ofrece, en esta obra, un fruto
maduro, riguroso y profundo. Una verdadera rareza cuando la bibliografía universal
nos tiene acostumbrados a obras técnicas y eruditamente "perfectas",
pero filosóficamente frívolas y decadentes.
Ante todo, pregúntase Canals por el sentido mismo de la cuestión de la
esencia del conocimiento, la cual sólo puede ser esclarecida desde la "previa
comprensión del ente, del ser y de la esncia del ente" (p. 22) ; esto es así "porque
el conocimiento se consuma y perfecciona en la aprenensión de la esencia
de lo que afirma como teniendo ser". Reconociendo, pues, el carácter ontológico
de la cuestión, el punto de partida no será ni una duda, ni una pregunta,
sino una certeza y una «¡Moción ineludibles : "lo que es, es" (p. 25). De esta
afirmación primera se sigue que la respuesta a la cuestión planteada no sería
posible sin ciertos =puestos radicados en el ser como acto del ente (p. 28) , lo
cual implica —en el acto de conocer— la presencia del acto a sí mismo (autopresencia
consciente) y "la emanación, propia del acto mismo, manifestativa
y declarativa del ente en su esencia" (p. 34). Planteadas así las cosas —en una
suerte de inmersión en la inagotable riqueza del pensamiento de Santo Tomás-
Canals ahonda en el tema de los 13retcognita que son principios evidentes por si
,y, por eso, indemostrables y anteriores a la misma reflexión; esto conlleva la
afirmación de que poseemos alguna comprensión implícita, imperfecta y confusa
del conocimiento y que, además, el conocimiento "existe como algo que tiende
a conocer en su esencia el conocimiento mismo' (p. 46).1991-01-01T00:00:00ZCarlos Ignacio Massini Correas, Los derechos humanos. Paradoja de. nuestro tiempo. Introducción crítíca al pensamiento actual acerca de los derechos humanos, Santiago, Chile, 1989, 152 ppSacchi, Mario Enriquehttps://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/130972022-01-04T05:19:37Z1991-01-01T00:00:00ZTítulo : Carlos Ignacio Massini Correas, Los derechos humanos. Paradoja de. nuestro tiempo. Introducción crítíca al pensamiento actual acerca de los derechos humanos, Santiago, Chile, 1989, 152 pp
Autor : Sacchi, Mario Enrique
Resumen : Resumen: Este libro está dedicado a esclarecer la problemática reavivada en las dos
últimas décadas en derreder de los denominados derechos humanos; un asunte
que, además de sus complicaciones jurídicas, ofrece la particularidad de hallarse
teñido de una maraña de prejuicios, ideológicos surgidos a la vera de intereses
facciosos cpie nada tienen que ver con la cuestión filosófica escondida detrás
de las menciones de tales derechos. a verdad, pues, que en el tratamiento de'
este tema se pone al descubierto "que el sectarismo ideológico ha causado más,
estragos que en casi ningún otro de los que son objeto de la filosofía práctica"
(p. 14). Así se lo peribe cuando se revisan las, apreciaciones comunistas en
torno de los derechos humanos, que depende de la negación de todo derecho en.
la obra de Marx, por lo cual Massini concluye que no hay razón valedera para,
fundar una teoría de esos derechos en un sistema donde se postula la construcción
de una sociedad paradisíaca, zin clases, sin autoridad política y sin ningún
derecho asignable a sus habitantes (pp. 15-30).
Las posiciones jurídicas del utilitarismo muestran un panorama distintó,
aunque también mellado per la incoherencia de sus planteos. A la larga, resulta
imposible fundar una filosofía de los derechos humanos a partir de los principios
sustentados por Eentham (pp. 32-33), los cuales, si bien morigerados pór.
Mill (pp. 33-34) y pro-32guidos por Scanlon (pp. 34-35), no consiguen; ocultar la
precariedad de todo pragmatismo al querer enraizar esa filosofía en el orden
de la moralidad. La versión de los derechos humanos expuesta por Martín D. Parid tampoco logra superar la crisis del utilitarismo jurídico (pp. 35-36). Según
Massini, esta crisis es inherente a un vicio insalvable de dicho movimiento: el
utilitarismo no puede evadirse de la hipoteca de su concepción hedonista del
derecho, de modo que, "hablar de derechos humanos en este contexto aparece
claramente como un contrasentido" (p. 43). Sin embargo, Massini concede que
el utilitarismo marca un cierto progreso en relación con las tendencias más
comunes de la filosofía jurídica anglosajona (pp. 44-45). El individualismo anglosajón
ocupa los análisis del capítulo III (pp. 51-73). Pero las estrecheces de sus
miras, vinculadas al nominalismo y al subjetivismo que las inspiran (p. 67), no
le permiten fundar una teoría de los derechos humanos, por más que no caiga
en la actitud del positivismo a ultranza.1991-01-01T00:00:00ZLa justificación de los juicios morales en Tomás de AquinoDonadío Maggi de Gandolfi, María C.https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/130962022-01-04T05:26:40Z1991-01-01T00:00:00ZTítulo : La justificación de los juicios morales en Tomás de Aquino
Autor : Donadío Maggi de Gandolfi, María C.
Resumen : Resumen: En los juicios morales el intelecto humano opera una reflexión sobre la naturaleza
y la conciencia de la actividad libre del hombre, es decir, desde lo que
el hombre es y puede hacer, para enunciar lo que ha de hacen. odebe hacer, de
forma tal que si en la composición que todo juicio importa se afirma X el9 real,
etxiste, en los juicios morales se afirma que X ha de ser o X debe ser. ludicare
de aliquo potest intelligi dupliciter. Uno modo, sicut vis cognitiva diiudicat
de proprio obiecto; secundum, illud lob 12, 11: Norme auris verba diiudicat, et
fauces comendentis saporem? Et secundum istum modum iudicii, Philosophus
dicit quod unusquisque itudicat ¡pm cognoscit, iudicando scilicet an sit
verum quod proponitur. Alio modo, secundum quod superior iudicat de inferiori
quodam practico iudicio, an scilicet ita debeat esse vel non ita".1
En verdad, según Santo Tomás, en la primera operación del intelecto, "acceptio"
o "repraesentatio" ("cognoscendo quod quid est"), el espíritu humano se
hace semejante a lo conocido pero aún no lo sabe, es por la segunda operación
cuando el intelecto no sólo se hace semejante a lo conocido sino que por reflexión
conoce y juzga aceros de la misma y así en el intelecto, y sólo por esa
operación, se da la verdad o falsedad, pues la verdad exige que aquello que
el intelecto dice y conoce "esse rei aequatum, ut scilicet ita sit in re sicut intellectus
dicit".2 Siendo, entonces, que la razón formal de verdad consiste 3 en
una "comparatio", "convenientia" o "correspondentia" del ente al intelecto,
resulta, entonces, que el juicio es la operación adecuada en que la verdad se
enuncia, pues el juicio, por su naturaleza refieja, puede conocer el principio
activo (intelecto) y el acto (representación) como también la proporción del
principio y del acto con el objeto conocido. El intelecto humano por su naturaleza
espiritual es capaz de una reflexi'ó ar l completa sobre su acto y sobre sí al
conocer que conoce algo distinto de sí, y en esa refleón radica su índole operativa
y en ella se enuncia "per prius" la verdad de las cosas.1991-01-01T00:00:00Z