DSpace Colección :https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/33682024-03-28T12:42:07Z2024-03-28T12:42:07ZRafael Tomas Caldera, La primera captación intelectual. Serie "Estudios". Colección IDEA, Caracas 1988, 104 ppSacchi, Mario Enriquehttps://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/130782022-01-04T05:21:16Z1992-01-01T00:00:00ZTítulo : Rafael Tomas Caldera, La primera captación intelectual. Serie "Estudios". Colección IDEA, Caracas 1988, 104 pp
Autor : Sacchi, Mario Enrique
Resumen : Resumen: El libro de Rafael Tomás Caldera, profesor de la Universidad Simón Bolívar,
se inspira en la corriente neotomista que en el siglo xx acaudillaron
Maritain, Gilson y Fabro. El autor parte de dos afirmaciones metafísicas
oportunamente desenvueltas en las obras de estos tres filósofos: por un lado,
la primacía noética del concepto de ens, la primera noción intelectual y, a la vez, la noción a la cual se reduce toda inteligencia; por otro, la primacía
absoluta del esse como acto del ente. Caldera transcribe diversos textos de
Santo Tomás que ponen de manifiesto el significado del ente como lo que
es en acto, como aquello actualizado por el acto de ser, sin que esto implique
desconocer que la división del ente en ente en acto y ente en potencia también
nos permite concebir como ente todo aquello que, no siendo en acto,
puede ser, aunque de hecho no sea y aun cuando jamás adquiera actualidad
alguna in rebus; e. gr.: las quimeras.
Caldera destaca que la primacía noética del concepto de ente decide
tanto el despertar de la inteligencia cuanto la raíz del mismo conocimiento
metafísico en virtud de la coincidencia del objeto formal común a todo
entendimiento y del sujeto sobre el cual versa la filosofía primera. Esta = justa
apreciación, sin embargo, parece resentirse un tanto por la intromisión de
un criterio según el cual la noción elemental de ente sería la primera concepción
intelectiva equiparada a un "principio de consciencia", término éste
que no suena del todo apropiado para aludir a la intelección primaria del
ente, sobre todo por las connotaciones que la mención de la conciencia posee
en el lenguaje moderno. Seguramente, Caldera reconocerá que el empleo de
la palabra conscientia en los escritos del doctor Angélico apunta a una significación
bastante más restricta y específica que aquélla vulgarizada después
de la Edad Media.1992-01-01T00:00:00ZLa persona y su mundo : la cultura, la moral, el derecho y la sociedad familiar y política (IV)Derisi, Octavio Nicoláshttps://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/130772022-06-09T19:38:05Z1992-01-01T00:00:00ZTítulo : La persona y su mundo : la cultura, la moral, el derecho y la sociedad familiar y política (IV)
Autor : Derisi, Octavio Nicolás
Resumen : Resumen: Sociedad y derecho
15. - Necesidad de la sociedad familiar para la perfección del hombre
La ley moral, inscripta en la naturaleza humana, indlina al hombre
a la familia, a la unión de un hombre con una mujer por el amor
de una manera permanente para promoverse material y espiritualmente
y para procrear y educar a los hijos. Por eso, la familia, a la
cual el hombre accede por una inclinación natural, tiene su fundamento
en la Ley moral, es decir, y en definitiva, en la Voluntad divina.
Porque toda inclinación natural está inscripta en las cosas o en
el hombre por Dios Nuestro Señor. Por eso, también el hombre no
puede vivir sin familia: no sólo para promoverse los sexos entre sí sino
que sólo en ella y por ella se puede propagar de una manera digna y
humanamente buena la especie humana. Toda concepción y nacimiento
del hombre fuera de la familia, es contra el orden natural,
y, por eso, contra la ley moral.
Actualmente la familia sufre un grave deterioro en muchas partes.
Con el divorcio, el concubinato, admitidos como naturales, con
la aceptación del nacimiento de hijos in vitro o fuera del orden natural
del matrimonio, la familia está muy debilitada, se ha creado una
gran confusión moral: se equipara los hijos legítimos de un hogar
bien constituido con los ilegales, no se hace diferencia entre el concubinato
y el matrimonio.1992-01-01T00:00:00ZFilosofia de Iberoamérica en Alberto CaturelliForment Giralt, Eudaldohttps://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/130762022-01-04T05:22:41Z1992-01-01T00:00:00ZTítulo : Filosofia de Iberoamérica en Alberto Caturelli
Autor : Forment Giralt, Eudaldo
Resumen : Resumen: América en la filosofía
En la obra señera Vocación y estilo de México, el conocido filósofo
Agustín Basave Fernández del Valle, declara: "Yo no creo que
exista una filosofía específicamente mexicana —con problemas y soluciones
del país, porque me parece que la filosofía es simplemente
filosofía", aunque, claro está, "nuestra filosofía tenga su característico
acento mexicano".' Análogamente hay que sostener, por idéntico
motivo, que no existe la filosofía iberoamericana, como una de
las especies de la filosofía; pero, es innegable, que en Iberoamérica
se ha cultivado y, hoy en día, con un crecimiento progresivo, la filosofía.
2
Además, va creciendo, en todo el mundo, el interés por sus filósofos
y sus teorías;3 y ya casi pueden considerarse como históricas
afirmaciones como la de Sarti de que: "frecuentemente, la filosofía
americana es considerada en Europa como un apéndice de la filosofía
europea".
No obstante, es completamente cierto que: "existe por lo menos
un problema que es totalmente autóctono ( . . . ) es el problema de
lo 'propio', es decir, la búsqueda de lo que América es y vale, de
aquello que significa en la historia del mundo, de cuál sea su destino
en el complejo dibujo del progreso histórico y humano ".1992-01-01T00:00:00ZÉtica del poder político según Santo TomásRodríguez, Victorinohttps://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/130752022-01-04T05:21:02Z1992-01-01T00:00:00ZTítulo : Ética del poder político según Santo Tomás
Autor : Rodríguez, Victorino
Resumen : Resumen: No es lo mismo hablar de ética política que de ética del poder político.
La ética política la realizan, bien o mal, todos los miembros del cuerpo social,
gobernantes y ciudadanos, todos comprometidos con el bien común por
el que se asocian naturalmente los hombres. "Quien primero instituyó la
ciudad fue causa de los mayores bienes para los hombres" (I Polit. lec 1,
n. 40). Pero este bien común compromete principalmente al poder político
o responsables del gobierno de la Nación. En ellos han de entrar en juego
dos grandes virtudes que se definen específicamente, como la política misma,
por el bonum commune, y son nada menos que la prudencia gubernativa, que
legisla y gobierna para el bien común, y la justicia legal o social, que
educa la voluntad en ese mismo sentido.
"Es imposible —decía Santo Tomás— que el bien común de la Nación
vaya bien, si los ciudadanos no son virtuosos, al menos aquellos a quienes
compete mandar" (MI, 92, 1 ad 3), principales responsables "del bien
común, que es mejor y más divino que el bien de los particulares" (I Polít.
lec. 1, n. 11) , pues "la sociedad no es sólo para que los hombres vivan, sino
para que vivan bien de modo que las leyes civiles conduzcan la vida de los hombres
a la virtud" (Ibídem, n. 31). Más adelante hará esta impresionante
evaluación: "El hombre es el mejor de los animales, si es perfeccionado por
la virtud, hacia la cual tiene inclinación natural. Pero si vive sin ley y sin
justicia, el hombre es el peor de los animales. Y lo prueba (Aristóteles), porque
la injusticia tanto es más cruel cuanto más armas tiene, esto es, medios
para hacer el mal" (n. 41); "si uno no puede convivir en sociedad civil por su
maldad, más que hombre es como una bestia" (Ibídem, n. 39).1992-01-01T00:00:00Z