DSpace Colección :https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/33372024-03-29T02:04:45Z2024-03-29T02:04:45ZCarmen Balzer : su quehacer filosóficoGarcía Losada, Matilde Isabelhttps://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/50812020-10-01T20:24:55Z2010-01-01T00:00:00ZTítulo : Carmen Balzer : su quehacer filosófico
Autor : García Losada, Matilde Isabel
Resumen : Resumen: Buscadora incansable, que ha desenvuelto sus búsquedas principalmente en
el ámbito del arte y en el de lo religioso, se ha adentrado en dichos ámbitos
sabedora de su propio límite como existente y en y desde su aspiración filosófica a ahondar en el Ser, el Fundamento. Acaso sea su aspiración al Fundamento, su aspiración a ahondar en él, en y
desde su quehacer filosófico, y el saboreo del límite de dicho quehacer, el límite
de la filosofía misma, lo que haya suscitado una actitud abierta en su búsqueda
filosófica. Búsqueda filosófica desde la cual se ha abierto al arte, a la expresión
poética, a la mística y a la religión.
En su obra Arte, Fantasía y Mundo
, obra densa, queremos resaltar la recurrencia de nuestra autora a la obra de J. Huizinga
, Homo Ludens.
En efecto, el hombre es desde su ser mismo jugador; o mejor el existente juega
la libertad, juega la libertad que él como existente es.2010-01-01T00:00:00ZNecrologíaSacchi, Mario Enriquehttps://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/50802020-10-01T20:52:51Z2010-01-01T00:00:00ZTítulo : Necrología
Autor : Sacchi, Mario Enrique
Resumen : Resumen: A escasos día de haber cumplido noventa y un años, falleció el Profesor Dr.
Juan Alfredo Casaubón, quien había ejercido la docencia filosófica en las
Universidades Nacionales de Buenos Aires y La Plata, además de haber formado parte del claustro fundacional de la Pontificia Universidad Católica
Argentina Santa María de los Buenos Aires. Consagrado con firmeza y entusiasmo al cultivo de la lógica, la gnoseología y la filosofía política y jurídica,
Casaubón era uno de los últimos supérstites de los Cursos de Cultura Católica
y discípulo del filósofo Héctor Augusto Llambías, con quien compartió la
enseñanza de la lógica en la Universidad Nacional de La Plata. Fue autor de los
libros Lecciones generales de lógica y filosofía, El sentido de la revolución moderna,
Aspectos del bergsonismo y Palabras, ideas, cosas: El problema de los universales. Fue
incluso un conocedor profundo de la fenomenología de Edmund Husserl, a la
cual dedicó diversos artículos que se cuentan entre los más esclarecidos de su
producción literaria. Crítico fervoroso del positivismo jurídico, también se destacó en sus ataques frontales contra el pensamiento de Hans Kelsen. Habiendo
participado en las tres etapas históricas de la Sociedad Tomista Argentina, su
presencia en el estrado y en las discusiones de este agrupamiento, del cual llegó
a ser vicepresidente emérito, le mostraron como uno de los máximos exponentes de la filosofía especulativa inspirada en el legado sapiencial del Doctor
Angélico. Casaubón ocupó igualmente la magistratura judicial hasta su retiro
como camarista invariablemente encomiado por sus colegas y por los miembros del gremio de los letrados. La obra de nuestro filósofo espera una edición
integral de sus escritos, sin descartar aquellos que permanecen aún en forma
de manuscritos2010-01-01T00:00:00ZLa apertura humanística de la cienciaVitoria, María Ángeleshttps://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/50792020-10-01T20:16:07Z2010-01-01T00:00:00ZTítulo : La apertura humanística de la ciencia
Autor : Vitoria, María Ángeles
Resumen : Resumen: En el mundo moderno y contemporáneo se ha ido consolidando progresivamente la separación entre filosofía y ciencias, o más ampliamente, entre ciencia y humanismo. En el siglo XIX, la división temática entre ciencias de la
naturaleza (Naturwissenschaften) y ciencias del espíritu (Geisteswissenschaften) surgida en el ámbito socio-cultural alemán (Dilthey) contribuyó a la falta de atención hacia el humanismo en la ciencia. A mediados del siglo XX, esta división
quedó tematizada como el problema de las “dos culturas” (Snow: 1905-1980):
el ámbito de las humanidades estaría integrado por un mundo más sensible a
los valores humanos, pero subjetivista; a la ciencia correspondería, en cambio,
el conocimiento preciso y objetivo, pero libre de otros valores.
Como es sabido, en el origen de esta dicotomía se encuentra el proyecto iluminista, continuado después por el positivismo y el neopositivismo. La concepción positivista reduce monolíticamente el saber a su forma físico-matemática y limita esta ciencia a la mera constatación y medición de los “hechos”
o fenómenos observables y a la formulación de las leyes que los relacionan. La
finalidad principal de las leyes sería facilitar el dominio humano de la naturaleza, permitiendo la previsión de los hechos futuros. La ciencia no se interesaría
por un conocimiento auténtico de la estructura y de las causas reales de las
cosas; menos todavía otros saberes, a los que el positivismo negó legitimidad.
Así, no sólo se rechazó la sabiduría simpliciter —la búsqueda y explicación de
las causas absolutamente últimas— sino que ni siquiera se reconoció en la
ciencia una sabiduría secundum quid (ser un saber explicativo desde causas particulares). Se comprende, entonces, que la difusión de la mentalidad positivista haya contribuido a dejar en sordina la apertura natural de la inteligencia
humana hacia realidades que trascienden el horizonte empírico.
.2010-01-01T00:00:00ZSan Agustín : la luz de la ley y el bien del hombreMosto, Marisahttps://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/50782020-10-02T19:49:43Z2010-01-01T00:00:00ZTítulo : San Agustín : la luz de la ley y el bien del hombre
Autor : Mosto, Marisa
Resumen : Resumen: Pensamos que el tema del orden natural es determinante de la antropología y la ética de San Agustín. La contemplación del orden real y la conquista de la restauración y reproducción del mismo en el seno del ser y el obrar del hombre, son imperativos ineludibles en el camino hacia la realización del destino humano. Nos guían en este estudio diversos intereses. En primer lugar pretendemos poner en evidencia la importancia del conocimiento del orden del ser para la antropología y la ética agustiniana, en la que es central el tema de la caridad entendida como ordo amoris. En segundo lugar prestaremos atención a las principales consecuencias del orden: la unidad y la paz que esta conlleva a distintos estratos señalados por la reflexión agustiniana. Finalmente proponemos iluminar a partir de estas ideas de San Agustín, ciertas tesis de la filosofía contemporánea que consideran, en su intento por procurar la paz, que la caridad sólo halla fundamento en el nihilismo de las ontologías débiles.2010-01-01T00:00:00Z